Durante estos días, querido lector, podrá comprobar que, ante la zozobra económica, muchos artículos y muchas opiniones de grandes gurús económicos empiezan a hablar de pinchazo en la burbuja inmobiliaria.
Todo por el clickbait
Evidentemente les servirá para vender más periódicos, generar más clics con esos cebos (vale, para los del inglés, clickbaits) o incorporarse a grandes mesas de debate donde el foco se pone, se sigue poniendo, en el sector inmobiliario.
Llevo tiempo escribiéndole, querido lector, para que pueda debatir desde la más completa objetividad sobre nuestro querido sector. Para que pueda generar una opinión propia y fundada. Para que vea que no somos tan malos como nos pintan y que somos un sector que ha evolucionado desde la última crisis.
Un sector que ha cargado con la culpa de una crisis financiera que vino provocada por un gran desparrame de liquidez al que se apuntó hasta el que llegó último a la fiesta. Préstamos promotor que se otorgaban libremente, hipotecas con tasaciones sobredimensionadas (recuerde lo de: “para los muebles y el coche”), avales cruzados, pases de vivienda antes de su escritura con grandes beneficios (incluso mayores que los del promotor), impuestos que hicieron que esa burbuja creciera de forma acelerada, todo ello ajeno al sector.
Los errores del pasado
¿Y qué hizo el sector inmobiliario? Pues responder a una demanda voraz y a un crédito (casi) ilimitado generando una oferta proporcionada a la demanda. Respondimos con trabajo. Con ganas. Con el mismo exceso que la demanda.
Y cuando el grifo de la financiación se cerró, la crisis financiera se transformó en crisis inmobiliaria. Los clientes, muchos de ellos ficticios, se esfumaron, los bancos ya no financiaron y las facturas se quedaron, de repente, sin pagar. Se acabó la fiesta y nos pilló a todos con el cubata en la mano.
Y muchos salieron de rositas, siendo lo más fácil cargar las culpas en el ladrillo. Y seguramente, en parte, la tuvimos. Pero no toda.
¿Y ahora? ¿Qué está pasando?
Como el batacazo fue monumental, cuando suena la palabra crisis, se pone otra vez el foco en el sector como si se fuera a repetir una ruptura de la burbuja inmobiliaria.
Entonces ahora pensará ¿pero hay burbuja o no? ¿Va a estallar? ¿Bajaran los precios de la vivienda? ¿Me espero para comprar? ¿Alquilo?
Pues todos los indicadores dicen que no. Que esta vez la demanda es solvente (no ficticia) y que la oferta es insuficiente. Que el sector no está tan expuesto a la deuda y que, en el caso de que se frene, será por los excesivos costes de construcción o financieros. Pero que el precio de la vivienda o el alquiler no para de subir.
Desde el sector seguiremos respondiendo a la demanda. A sus necesidades. A usted.
Porque es usted, la demanda, quien tiene la respuesta a las anteriores preguntas. Tiene mucha información y buenos profesionales para asesorarse.
Hágalo, porque viendo muchos titulares, lo único que sé es que (quizá) no sé nada.
O bueno algo sí que sabemos, que todo empieza por usted.
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