Elegir el tamaño adecuado para un comedor va más allá de simplemente medir espacios. Implica considerar quiénes somos, cómo vivimos y cómo evolucionamos. Hoy podemos ser solo una pareja pero, ¿y si tenemos hijos o queremos adoptar? ¿Y si en un futuro quiero tener un gimnasio en casa? ¿O un despacho para teletrabajar cómodamente? Un comedor no es solo un lugar para comer, es un espacio donde se pasan la gran mayoría del día, salvo el tiempo que estamos durmiendo en la cama. Y muchas veces, ni llegamos a ella y nos quedamos dormidos en el sofá.
Desde Viviendea tenemos claro que un comedor no son solo cuatro paredes, si no que va más allá. Por ello, te contamos cuál es la superficie correcta para un comedor, tengas las necesidades que tengas.
¿Cómo saber cuál es el tamaño perfecto de un comedor?
Te comenzamos contando que, aunque muchas personas lo nieguen, en este caso el tamaño SÍ importa.
Como decíamos antes, al determinar el tamaño idóneo de un comedor, debemos considerar el número de personas que conforman el hogar, reflexionando sobre la esencia de nuestro vivir y la posibilidad de cambios futuros en la dinámica familiar. Este espacio, central en nuestras vidas, debe adaptarse no solo a las comidas, sino ser un lugar de encuentro, conversación y crecimiento. Es dónde acogerás a tus amigos. Dónde celebrarás festejos y cumpleaños. Donde elegir una serie en Netflix será motivo de disputa familiar. Piénsalo.
La elección del tamaño adecuado trasciende las medidas. Hay que verlo como una proyección de nuestra vida actual y futura, preparándonos para cualquier cambio o adición a la familia. Que bien puede ser un recién nacido, un hijo que vuelve al hogar o bien el adoptar una mascota.
¿Qué medidas debería tener el plano de un salón?
Dependeremos siempre del espacio total de la vivienda, claro está. Ya que no es lo mismo el salón del que puede disponer una vivienda de 120 metros cuadrados que el que tendrá una de 44.
En uno con poco espacio disponible, el salón suele compartir espacio con el comedor y la cocina. Es más, la zona de comedor se sustituye por una barra en la cocina o por una mesa de centro elevable o una consola abatible en una pared. Todo depende de los metros. Pero cuando es posible contar con un rincón de comedor, tanto este ambiente como la cocina como el salón comparten un espacio diáfano para evitar compartimentar.
Lo idóneo es destinar 20 metros cuadrados para que puedas moverte con comodidad y haya espacio suficiente para un sofá, una mesa de centro, una estantería y un mueble de televisión. ¿Quieres más asientos? ¿Instalar un comedor? Cuidado porque lo mismo la superficie recomendada se duplica. Es decir, para una familia de cuatro miembros un salón comedor debería tener un primer ambiente con una medida de unos 14 metros cuadrados y el segundo unos 15 metros cuadrados.
Las medidas del salón deben tener en cuenta tanto el estilo de vida del usuario como los posibles muebles. Los planos para salones pequeños puede que solo necesiten unas dimensiones de 3×4 metros en total, pero las habitaciones más grandes con espacios seccionados pueden requerir dimensiones de 4.5 x 6 metros o más.
El salón es para conversar y disfrutar
Ya puedes tener un dormitorio con una queen size, que el salón seguirá siendo el espacio de casa con mayor capacidad de convocatoria, ya que es el punto de encuentro de toda la familia. Y más cuando tenemos invitados.
Un salón díez tiene que invitar a conversar, a disfrutar y a relajarse, mientras que el comedor debe ofrecer la máxima comodidad para que las sobremesas se alarguen entre charlas y risas.
¿En qué planta debería estar el salón?
Como en cualquier proyecto arquitectónico, la ubicación de un tipo de habitación depende completamente de las necesidades del usuario final y de la función de los espacios circundantes.
Por ejemplo, las viviendas para personas mayores o con diversidad funcional pueden considerar más adecuado tener los salones al mismo nivel que las habitaciones. Los salones destinados a funcionar como zonas de juego para la familia pueden ser mejor en niveles separados de las zonas de entretenimiento u oficinas domésticas.
Maximizando el espacio. Flujo y funcionalidad en el salón
El diseño arquitectónico juega un papel primordial en la creación de espacios estéticamente agradables y funcionales. Un buen diseño de salón tiene en cuenta cómo las personas se moverán y utilizarán el espacio, asegurando un flujo natural y sin obstrucciones. Esto se logra mediante la disposición inteligente de muebles y el uso de elementos arquitectónicos, como puertas corredizas de vidrio que conectan el interior con el exterior, ampliando visualmente el espacio y fomentando la interacción fluida entre diferentes áreas.
Además, la flexibilidad del diseño nos permite adaptar el espacio a diversas necesidades y situaciones, desde reuniones familiares hasta eventos sociales con invitados. Al integrar el salón con áreas exteriores, como terrazas o jardines, se crea un ambiente amplio y acogedor que invita al disfrute y la relajación.
Este enfoque en el flujo y la funcionalidad además de mejorar la calidad de vida de los ocupantes, también añade valor a la propiedad. Un salón bien diseñado, que equilibra belleza y practicidad, es la envidia de tus conocidos. Es el lugar donde todos los miembros de la familia y visitantes se sienten bienvenidos y cómodos.
Por lo tanto, al contemplar la renovación o el diseño de un nuevo salón, es necesario considerar estos principios de flujo y funcionalidad. A través de la planificación cuidadosa y el diseño inteligente, podemos crear un espacio que cumpla con las necesidades actuales de los ocupantes y que además se adapte a futuros cambios, asegurando que el salón siga siendo un lugar central de convivencia y disfrute a lo largo del tiempo.
Armonía entre el salón y su entorno natural
La integración del salón con el entorno natural se logra a través de un diseño arquitectónico que prioriza la conexión visual y física con el exterior. ¿En otras palabras? Utilizando elementos como grandes ventanales, el salón se transforma en un espacio luminoso que además de aprovechar al máximo la luz natural también enmarca y valora las vistas del jardín (siempre y cuando se tenga la suerte de disponer de él), creando un ambiente sereno y acogedor. Este enfoque fomenta una sensación de expansión del interior hacia el exterior, borrando los límites entre ambos y permitiendo que los ocupantes se sientan parte del paisaje. También sabemos que no siempre es posible tener acceso a un jardín. Aunque puedes conseguir lo mismo con tu terraza o balcón.
La elección de materiales naturales y una paleta de colores que combine con el exterior, contribuyen a esta conexión, haciendo del salón un refugio perfecto para el descanso o lo que se tercie.
¿Y tú? ¿Ya tienes decidido cómo será tu futuro salón?
Si quieres diseñar tu salón ideal entra en Viviendea y comienza a diseñar tu casa ideal, nosotros nos encargamos de encontrarte el match.